lunes, 1 de marzo de 2010

Chile despierta a tragedia del sismo: 708 muertos, saqueos y toque de queda

Chile comprobó el domingo la magnitud del desastre causado por el terremoto de la víspera, que deja al menos 708 muertos, en medio de arduas tareas para hallar sobrevivientes bajo las ruinas y un toque de queda que empezó a regir en zonas afectadas tras diversos saqueos.
Duración: 00:01:29
Más de 700 personas resultaron muertas en Chile a causa del terremoto y del tsunami ocurrido en el centro del país el sábado. Miles de habitantes de Santiago, la capital, prefirieron dormir a la intemperie que quedarse en sus casas, dañadas por el fuerte temblor. (Duración: 00:01:29).

Chile comprobó el domingo la magnitud del desastre causado por el terremoto de la víspera, que deja al menos 708 muertos, en medio de arduas tareas para hallar sobrevivientes bajo las ruinas y un toque de queda que empezó a regir en zonas afectadas tras diversos saqueos.

El sismo de 8,8 grados y el posterior tsunami que afectó el litoral sur del país dejó hasta ahora 708 personas muertas, según un balance difundido por la presidenta Michelle Bachelet, que elevó a más del doble el número de muertos del balance previo.
Además "hay un número creciente de personas desaparecidas" y "tengo la certeza de que estos números van a seguir creciendo", advirtió la mandataria.
Al menos 541 muertos se concentran en la región del Maule, unos 300 km al sur de Santiago, precisó Bachelet.
A lo largo del país la destrucción se ve en decenas de puentes caídos, edificios derrumbados, vías cortadas por los escombros, todo lo cual dificulta la llegada de ayuda.
La víspera ya se había señalado la destrucción de 1,5 millones de viviendas y 2 millones de personas damnificadas.
Bachelet también señaló que en dos regiones del sur -Biobío y Maule- se declaró el "estado de excepción de catástrofe" por 30 días con lo cual se busca "garantizar el orden público y acelerar la entrega de ayuda".
En la práctica eso otorga funciones adicionales a los militares para tomar el control del orden público, fuertemente perturbado por saqueos.

Entre las medidas, los militares y las autoridades locales decretaron el toque de queda en Concepción, epicentro de la tragedia, 500 km al sur de Santiago.
"Le recomendaría a los delincuentes que no se metan con las Fuerzas Armadas. Se va actuar con severidad, pero dentro del contexto de la ley", aseveró el jefe militar Guillermo Ramírez.

Este domingo en esa ciudad centenares de personas violentaron varios supermercados en busca de alimentos y productos de primera necesidad.
"Esto es para mis hijos, es la única forma que tengo de alimentarlos", decía un hombre con los ojos llorosos explicando su empeño en romper una puerta metálica para ingresar a un supermercado.
"No es robo, es desespero", decía una mujer de unos 30 años a la salida del supermercado Líder, en el centro de Concepción, mientras se observaba a personas corriendo con cajas de leches y otras mercaderías en sus manos, como lavadoras y televisores de plasma.
Una mujer que pedía leche se excusaba: "Quienes tienen hijos me entienden", quejándose de que un supermercado estaba saturado de gases lacrimógenos: pocos minutos antes, la policía intentó reprimir los pillajes con tanques lanza agua y gases.
"Si hoy no logramos solucionar el tema de alimentos nos enfrentaremos a una situación muy conflictiva", expresó la alcaldesa de concepción, Jacqueline Van Rysselberghe.
El presidente electo, Sebastián Piñera, describió una complicada situación de orden público. "Cuando tenemos un catástrofe de esta magnitud, sin agua ni luz, la población con razón está angustiada y se está perdiendo el sentido del orden público".
Si el panorama era dramático en la ciudad, cunde la preocupación por la suerte de las comunidades costeras, afectadas por el tsunami, cuya magnitud se reveló el domingo. Tanto en Talcahuano (puerto adyacente a Concepción) como en las cercanas Dichato y Constitución, embarcaciones fueron lanzadas tierra adentro por la fuerza de la marejada.
La base de la Marina en Talcahuano sufrió grandes daños, señaló el presidente electo.
Allí se vio algo insólito: mientras los autos quedaron casi sumergidos en la costa, los botes de pesca entraron por las calles y quedaron varados frente a las casas.
"Nadie ha venido, ni un bombero, ni un policía. No saben lo que nos ha pasado", dice Juan Placencia a la AFP, un habitante de Talcahuano.
El ministro de Defensa Francisco Vidal reconoció que la Marina chilena cometió un error al haber descartado inicialmente un tsunami en las costas del sur de Chile el sábado tras el potente terremoto.
En Santiago, el aeropuerto internacional seguía cerrado dados los destrozos de su terminal de pasajeros, aunque este domingo ya recibió al menos dos vuelos internacionales, según reportó la televisión chilena.

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